Daily Devotionals

February 06

Desátenme, y ¡déjenme ir!

Gloria Copeland
Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.

¿Recuerda el relato donde Jesús resucitó a Lázaro? Si usted lo lee de nuevo, se percatará que cuando Jesús se paró frente al sepulcro Él expresó: ¡Lázaro, ven fuera! Y efectivamente, Lázaro salió. Sin embargo, la Palabra declara que él aún estaba atado, vendado y envuelto en un sudario. Entonces Jesús ordenó: «…Desatadle y dejadle ir». Ésta es una buena ilustración de nuestra condición. Cuando nacimos de nuevo, nuestro espíritu se levantó. Pero nuestros hábitos egocéntricos, los cuales adquirimos al vivir bajo la ley del pecado y de la muerte, todavía se encontraban ahí. Nos tenían atados. Lo que el Señor anhelaba para Lázaro, también lo desea para nosotros. Él no sólo quiere vernos con vida, sino además libres. Desea que vivamos en amor, pues es la única manera que la nueva naturaleza que ha puesto en nuestro interior se manifieste. Cuando andamos en amor, salimos del reino natural y entramos al reino sobrenatural. Nada nos puede detener. Pero el sudario; es decir, los hábitos mortales de falta de perdón, impaciencia, enojo y egoísmo deben desaparecer. ¿Desea ser libre de esas costumbres de contienda que lo han atado? Entonces repita lo que Jesús expresó. Póngase de acuerdo con Él, y ordéneles a cada uno de esos hábitos mortíferos: Desátenme y déjenme ir. Yo iré con Dios. Me rehúso a permanecer atado. Viviré en amor, rechazo el odio, la falta de perdón y el egoísmo. Avanzaré en el poder y la gloria de Dios. Así que ¡desátenme y déjenme ir! No toma semanas o meses para cambiar la forma de vida natural a una sobrenatural. Un creyente nacido de nuevo, un seguidor de Jesús, sólo debe decidir rendirse ante la fuerza del amor. Después de todo, Dios ya colocó esa fuerza en su interior. Sin embargo, el amor no hará ningún bien si usted lo mantiene encerrado. La Biblia nos enseña en Efesios 4:24: «…vestíos del nuevo hombre, creado según Dios». No deje que éste se quede adentro, permítale exteriorizarse. Atrévase a liberar lo que el Señor depositó en usted. Deshágase del sudario y disfrute la vida que Él desea que usted viva. Anímese a andar en lo sobrenatural. Atrévase a entregarse al amor. Éxodo 29-30; Marcos 15 A los hábitos mortales de la falta de perdón, impaciencia, enojo y egoísmo; les ordeno que me desaten y me dejen ir. Yo elijo andar en libertad por el poder de la Palabra de Dios (Juan 11:43-44; Romanos 8:2-6).

Scripture Study: Gálatas 5:13-15


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