Daily Devotionals
No se entristezca
¿Sabía usted que como creyente la sangre de Jesucristo le ha redimido de la maldición del dolor y la tristeza? Usted no tiene porqué tolerar estas cosas, así como no tiene que tolerar el pecado ni la enfermedad.
Varios meses antes de que mi madre partiera hacia la presencia del Señor, en agosto de 1988, Dios comenzó a enseñarme acerca de este asunto. Cada vez que Él me mostraba algo, yo lo ponía en práctica (usted debería hacer lo mismo cada vez que Dios le enseñe algo: comience a ponerlo en práctica, y cuando llegue el momento de hacerlo no tendrá problemas).
Así que, ocho meses y medio antes de que mi madre partiera, comencé a resistir el dolor y la tristeza. Decidí que no iba a entristecerme. De inmediato el diablo comenzó a atacar mi estado de ánimo. Pero le decía: “No, no voy a tolerar eso. Ejerzo autoridad sobre mi estado anímico en el nombre de Jesús. He dado mi cuerpo como sacrificio agradable al Señor, y no participaré de nada excepto de su gozo”. Entonces comencé expresar la Palabra y a alabar en voz alta. Pasé tres días difíciles resistiendo, hasta que los espíritus de aflicción se fueron.
Lo que quiero decirle es que usted va a tener que resistir el dolor y la tristeza. No le pertenecen. No provienen de su Padre celestial. Quizá tenga que pasearse por su habitación toda la noche. Pero en lugar de preocuparse y llorar, camine y exprese la Palabra hasta que deje de sentirse así y el gozo del Señor le llene. Recuerde que usted es uno de los que “tendrán gozo y alegría” y de los cuales “huirán el dolor y el gemido”. Usted es el redimido de Jehová.
Scripture Study: Salmo 97